El Ministerio del Mesías (parte VII)  

Posted by Matias Hassan in


Lectura Bíblica: Juan 3:1-30


El 16 de Aviv del año 4027 (Marzo- Abril año 27 d.c) a eso de las 8 de la noche del día Sábado, después de la entrada de Sol del día 15 que es un día de Santa convocación (Shabbat) de la fiesta judía del Pesaj, Juan 3:1-2 nos relata:

“Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los judíos. Este vino a Yashúa de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de YHWH [por] maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no estuviere YHWH con él.”

Recordemos que los fariseos eran la autoridad religiosa de esa época, no todos los Israelitas eran fariseos, sino que durante estos años, un poco antes del nacimiento del Mesías, los fariseos habían tomado el control religioso, dictaminando leyes humanas proclamando así, su inalienable derecho de interpretar la Torá. Estos tenían el control incluso del Templo, siendo los consejeros y en muchos casos autoridad sobre los sacerdotes Levítas, quienes eran los que ministraban en el Templo. Nicodemo era un de ellos, un maestro de la Ley, un entendido de las Escrituras y no solo eso… un entendido de todas las tradiciones y mandamientos que habían surgido por la interpretación constante que hacían los rabinos a la Torá o Pentateuco.

Este encuentro es muy especial y debe realmente llevarnos a reflexionar. En estos versos es cuando Yashúa aclara el tema de la salvación, define las condiciones y requisitos para alcanzar la salvación y en una manera muy personal, pienso que este pasaje es la base para poder entender la verdadera doctrina de la Salvación.


¿Que signiifica Nacer de Nuevo?

No todos los cristianos comprenden lo que significa el término "nacer de nuevo." Así que, déjeme explicarle, según el contexto hebreo, lo que significa "nacer de nuevo" y por qué es un requisito indispensable para alcanzar la salvación.

Hablando sencillamente, nacer de nuevo significa que usted se ha arrepentido de sus pecados, y le ha pedido a Yashúa que entre en su corazón y sea el Señor y Salvador de su vida. En Juan 3:1-7, Nicodemo vino a Jesús y Le hizo una pregunta. Jesús contestó a Nicodemo diciéndole que debe "nacer de nuevo". En Juan 3:3, Jesús dijo:

"El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios."

En Juan 3:7, Jesús dijo:

"No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo."

En estos pasajes, Yashúa dijo a Nicodemo que a menos que naciera otra vez, no podía ver (entrar) en el Reino de Dios (ir al cielo). En Juan 3:4, podemos ver que Nicodemo estaba pensando sobre nacer físicamente a través del vientre de la madre, como está escrito:

"Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar en el vientre de su madre, y nacer? "

Jesús contestó a Nicodemo diciéndole que Él no le estaba hablando de nacer físicamente a través del vientre de su madre por segunda vez, lo que es imposible sino, más bien, de nacer espiritualmente. Esto lo podemos ver cuando examinamos la respuesta de Yashúa en Juan 3:5-6, que dice:

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, No puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, [nacimiento físico por el vientre de la madre] carne es; y lo que es nacido del Espíritu, [nacimiento espiritual] espíritu es." [Es haber nacido de nuevo por el arrepentimiento de sus pecados y pedir a Jesús que entre en su corazón y sea el Señor y Salvador].

"Nacer de nuevo" quiere decir que usted "nace otra vez, o nace de arriba." El término hebreo para "nacer otra vez" es expresado a través de una ceremonia de pasar por una "mikvá". Una "mikvá" es un baño por inmersión. Desde un contexto judío, cuando alguien pasa a través de una "mikvá" o baño de inmersión, pasa por "un cambio de estado." Una persona que ha tenido una "mikvá" no es vista ya más, como si siguiera en el mismo estado, después de haberse completado la ceremonia de la "mikvá" (baño de inmersión). A pesar de que Nicodema sabñia lo que era la mikvá y ser un maestro de la Ley, no pudo compronder las palabras del Mesías ya que para esto no solo necesitaba nacer solo en agua (Mikvá), sino que también en Espíritu. Por lo tanto, aunque este hombre tenñia mucho conocimiento necesitaba ser sumergido en Espíritu, el Espíritu de Santidad de YHWH.

Mikvá, el verdadero Bautismo

La palabra bautismo es muy conocida en el cristianismo occidental, y estoy seguro que muchos de nostros hemos sido bautizados, algunos por la Iglesia Católica; en donde un sacerdote nos rocía agua sobre la cabeza en un ritual que forma parte de los 7 sacramentos de la Iglesia Católica, quienes los definen de la siguiente manera:

"Un signo sensible instituido por nuestro Señor Jesuscristo para perdonar el pecado original y cualquiera otro que hubiese en el que se bautiza"

No solo la Iglesia Católica tiene este concepto del Bautismo sino que tambien algunas Iglesias protestantes clásicas como la Iglesia Luterana, presbiteriana y Metodistas. Las iglesias de la Reforma Radical o anabaptistas (bautistas, menonitas), y el Cristianismo fundamentalista), lo consideran -no un sacramento-, sino una Ordenanza de Cristo, la cual la realizan las personas que en pleno uso de sus facultades donde todas las personas que son bautizadas lo hacen porque es su decisión hacerlo, y la ceremonia la hacen líderes de la Iglesia autorizados para eso. (Wikipedia)

La doctrina Cristiana del Bautismo fue sacada de los supuestos “sacramentos” de la Iglesia Católica en su “creativa” interpretación de la Biblia, pero veamos cual es el verdadero Bautismo, el bautismo de la salvación.

“Y viendo él muchos de los fariseos y de los saduceos, que venían a su bautismo, les decía: Generación de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá? (Mateo 3:7)

El Texto en hebreo de Mateo nos dice:

Pero cuando vio que muchos de los perushím y de los tsedukím venían a recibir su inmersión, les decía: «¡Generación de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira venidera?

La palabra bautismo significa inmersión, pero no cualquier inmersión, sino una inmersión con arrepentimiento, ese era la inmersión hebreo o Mikvá. La misión de Juan el Bautista era predicar el arrepentimiento del pecado, en Marcos 1:4 dice:

"Bautizaba (hacía Mikva) Juan en el desierto, y predicaba el bautismo (mikvá) de arrepentimiento para perdón de pecados."

El Mikvá significa reconocer nuestras faltas frente al Creador y volver a sus caminos y principios por medio de una inmersión que simboliza, la puruficación. Es por esto que el pueblo de Israel fue sumergido en agua al momento de cruzar el mar rojo.


No debemos olvidar que este acontecimiento llamado Salvación es un don, un regalo, nada hicimos para merecerlo y aún no mereciendolo Él nos lo regalo. Este regalo, el perdon de pecados por el arrepentimiento o Mikvá no podría realizarse si Yashúa nuestro Mesías no hubiese sido colgado en un madero y su sangre escurriera para el perdón de pecados como lo explica el autor de Hebreso:

Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9:22)

Y Cuando Yashúa tomó la copa en la víspera de la Pascua dijo estas palabras en Mateo 26:28:

"Esta es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados."

Podemos concluir entonces que:

que el que no naciere de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios”.

Cincuenta días después de la resurrección del Mesías descendió el Espíritu Santo y los discípulos fueron inmersos (Mikvá) en el Espíritu de Santidad de YHWH. La sangre de Yashúa permitió que se renovara el pacto que YHWH hizo en el Sinaí con su Pueblo y ahora todos tenemos derecho a entrar en la prescencia de YHWH.

Espiritualmente hablando, esto es lo que significa "nacer de nuevo" o nacer otra vez o de arriba. Cuando un incrédulo decide arrepentirse de sus pecados y pide a Dios que le perdone, pidiendo a Yashúa que entre en su corazón y en su vida, haciéndole a Él el Señor y Salvador, se transforma en un "nacido de nuevo." Espiritualmente, cuando esto sucede se experimenta un "cambio de Estado". La persona pasa de ser un incrédulo y pecador a ser parte de pueblo a quien YHWH ha prometido que estará en el cielo con Yashúa por toda la eternidad.

La llegada del Ruaj Hackodech, El Espíritu de Santidad

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." (Romanos 5:12)

La Biblia nos aclara que después del pecado de Adán en el Edén, la muerte y el pecado entraron en toda la humanidad, pero esta muerte, no fue una muerte física ya sabemos que Adán vivió 930 años (Genesis 5:5), fue por eso que YHWH le dijo a Adán que el día que él pecara, moriría (Génesis 2:17).

La palabra Espíritu en el Nuevo Testamento fue traducida del hebreo al griego como

Pneuma que significa: corriente de aire, respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu. Pero su origen hebreo viene de la palabra, Rúakj que significa: viento; por semejanza aliento, una exhalación sensible, figurativamente vida; por semejanza espíritu: aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, ira, lado, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, vacío, en vano, viento. (Diccionario Strong)

Fue el aliento de vida, el Rúakj quien le dio la vida a Adán en el Edén y luego de que este muriera espiritualmente, 4000 años después aprox, el mismo Ruajk Hackodech (Espírtu de Santidad) de YHWH fue quien nos dio la vida, haciendo mikvá (inmersión para arrepentimiento) a nuestro corazñon.. gracias a la hermosa sangre de Yashúa.

Es en este contexto donde podemos analizar de manera más profunda las palabras de Yashúa a Nicodemo cuando le dice:

“El viento (ruaj) de donde quiere sopla (ruaj), y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde vaya; así es todo aquel que es nacido del Espíritu (Ruaj).” (Juan 3:8)

Este nacimiento en Espíritu se logra solamente permitiendo que Yashúa sea tu Salvador y Señor, cuando dejamos que Yashúa gobierne nuestras vidas podemos conocer su verdad que en estos versos se le dice, la luz:

“Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.” (Juan 3:21)


La Salvación, ¿ el gran galardón del Cristiano?

A medida que vamos avanzando en el capitulo 3 de Juan nos encontramos con un relato que esta muy entrelazado con el testimonio que Yashúa da acerca del Nuevo Nacimiento y se encuentra en Juan 3:22-36.

En estos versos hubo un conflicto entre los discípulos de Juan y los Judíos (Fariseos) acerca de la purificación o Mikvá, lo que demuestra que lo que Johanan Ben Zacarías (Juan el Bautista) hacía, era Mikvá o purificación; quienes discutían ¿Por qué Yashúa y sus discípulos bautizaban (hacían Mikvá) más gente que Johanan?.

Esta pregunta que venía de los fariseos tenía la intención de causar división y producir envidia o celos en Juan. Pero su respuesta mostró la claridad que había en este hombre, acerca de su ministerio en la Tierra, enseñandonos una profunda verdad:

“Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo.

Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo (Mesías), sino que soy enviado delante de él.

El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo es cumplido. A él conviene crecer; a mí, ser disminuido”. (Juan 3:27-30)

En muchos pasajes se revela la condición de los creyentes en Yashúa como la novia del Mesías, de hecho es muy comun escuchar confesar al mundo crsitiano de que ellos estarán en las bodas del cordero. Pero ¿Qué requisitos existe para ser la Novia del Mesías?... ¿Será que al ser salvos pasamos a ser automáticamente la Novia de Yashúa?

Esta es la finalidad última que debe tener cualquier creyente, ser la Novia de Yashúa, es le fin último y el privilegio más importante al cual podemos acceder. En un proximo estudio analizaremos cuales son los requisitos según las Escrituras para ser La Novia del Cordero.

Finalmente en los versos 31 -36 de Juan 3; Johanan (Juan el Bautista) nos regala un declaración definitiva acerca de nuestra Salvación y resuelve el misterio que para muchos estaba oculto:

“El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida, sino [que] la ira de Dios permanece sobre él.”

¡!Gracias Yashúa Ha Mashiaj (Jesús el Mesías) porque solo en tí tenemos Salvación y redención de pecados.!!

Bendiciones

Matías Hassan

This entry was posted on 22 jul 2009 at 8:22 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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