Los Verdaderos días de la Muerte y Resurrección del Mesías  

Posted by Matias Hassan in

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En los pasajes bíblicos sobre la muerte y resurrección de Jesús, hemos visto que nuestro Señor fue crucificado y sepultado en el día de “la preparación” o víspera del día de reposo. Como el día de reposo generalmente es un sábado, muchos dan por sentado que el día de la preparación siempre cae viernes. Pero eso es desconocer las Sagradas Escrituras.


En la Biblia, la expresión “día de reposo” se usa para referirse al sábado semanal pero también se usa para ciertas fiestas anuales o días santos. Hay siete de estas fiestas solemnes en el año, y pueden caer en diferentes días de la semana. Todas ellas son “días de reposo” como vemos en Levítico 16:31; 23:24; 26-32, 39. Una de estas fiestas anuales es el primer día de Panes Sin Levadura, que cae al día siguiente de la Pascua bíblica. Este fue el día de reposo que estaba por comenzar cuando José de Arimatea colocó a Jesús en el sepulcro.


La Pascua se sacrificaba, desde los tiempos del Éxodo, en la tarde del 14 de Abib. El día 15 de Abib era un día santo o día de reposo anual. Números 28:16-17 lo explica así: “Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la Pascua del Eterno. Y a los quince días de este mes, LA FIESTA SOLEMNE”.
Por los evangelios sabemos que Jesucristo murió precisamente el día de la Pascua, o sea el 14 de Abib. Mateo 26:2 dice: “Sabéis que dentro de dos días se celebrará la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado”. El tradicional cordero de la Pascua era un símbolo de Cristo, el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jesucristo fue sacrificado, pues, el mismo día en que los judíos mataban su cordero pascual. Y al caer la tarde de ese día 14 de Abib, se daba comienzo al día de reposo anual. El Evangelio de Juan también aclara que ese día de reposo no era un sábado semanal sino anual: “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas” (Juan 19:31).


El año en que Cristo murió (año 31 de nuestra era), el día de reposo solemne cayó el jueves 26 de abril. Como Jesucristo murió la víspera, su crucifixión tuvo lugar el miércoles 25 de abril. José de Arimatea se apresuró a sepultarlo al atardecer del miércoles, pues estaba por comenzar el primer día de Panes Sin Levadura que es un día de reposo.

Cristo resucitó el sábado.


Tres días contados a partir del atardecer del miércoles nos lleva al atardecer del sábado. Sabemos que María Magdalena y las otras mujeres llegaron al sepulcro cuando amanecía el primer día de la semana, o domingo (Mateo 28:1). A esa hora Jesús ya no estaba allí, pues había resucitado como Él lo había predicho (versículos 5-6). La lectura atenta de los cuatro Evangelios muestra que Jesucristo no resucitó el domingo por la mañana. Al despuntar ese día, cuando fueron a buscarlo, Él ya había resucitado. Tiene que ser así, ¡pues los tres días y tres noches ya se habían cumplido desde el atardecer del sábado!
Algunos dirán que el tiempo que duró Cristo en el sepulcro no tiene mayor importancia. Hay quienes dicen que estuvo apenas la mitad del tiempo previsto. ¿Tiene esto alguna importancia? Desde luego que sí. Jesucristo mismo dio ese lapso de tiempo como la señal definitiva de que Él era el Mesías.


Además, las Escrituras nos dicen en Mateo 28:5-6 que Jesucristo resucitó tal como Él lo había predicho. “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: ... No está aquí, pues ha resucitado, como dijo”. En 1 Corintios 15:3-4 el apóstol Pablo reitera lo mismo: “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”. La muerte y resurrección de nuestro Señor se cumplieron tal como Él lo había predicho y tal como estaba consignado en las Sagradas Escrituras.


En resumen, Jesucristo fue crucificado un día miércoles, murió poco después de las tres de la tarde y fue sepultado al caer el sol. Pasaron tres noches y tres días, del atardecer del miércoles al atardecer del sábado, y entonces resucitó. Hay una profecía en Daniel 9:24-27 donde dice que Jesucristo sería cortado “a la mitad de la semana”. Aunque esta expresión se puede tomar de varias maneras, es interesante notar que Jesús también fue cortado (o muerto) a la mitad de la semana, un día miércoles.


Estudio adaptado por Nelson Sepúlveda.


Bendiciones

Matias Hassan



This entry was posted on 18 jul 2009 at 9:15 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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